Muchos periodistas nos dedicamos a cubrir casi “exclusivamente” una fuente en particular: economía, política, sucesos, deporte, farándula; para poder “especializarnos” en un tema.
Yo estoy convencido que la fuente ambiental es incluso más importante que todas las antes mencionadas, porque se trata de conocer la base de todo: si el planeta llega a colapsar, no habrá ninguna otra “fuente”.
Gracias al periodismo ambiental es que sabemos qué es el cambio climático, cuántas especies han desaparecido en el planeta, que son los gases efecto invernadero, por qué las tortugas están en peligro de extinción, así como las cotorras margariteñas, en fin, conocemos la verdad de lo que pasa en la tierra.
Para los periodistas que apenas incursionan en esta fuente, la recomendación es que se “ecoalfabeticen”, es decir, conozcan la mayoría de los términos, procesos o experiencias que tal vez para muchos científicos y ecologistas son normales, pero para la gente común no. Luego nos queda la labor de llevar con palabras coloquiales, fáciles de entender, todo ese conocimiento adquirido.
Trabajo reconocido
En este momento son realmente pocos los periodistas que vivimos en Margarita los que nos hemos dedicado al tema ambiental, la ecología, la biodiversidad y la preservación de la vida en el planeta en general.
El pasado 15 de junio esta columna cumplió un año y me complace mencionar que el trabajo ha sido reconocido con el Premio Nacional de Periodismo Ambiental “Arístides Bastidas”, convocado por la Universidad de Yacambú y con el Premio “Batalla de Matasiete”, de la Gobernación de Nueva Esparta, en la mención Prensa Digital. Indudablemente que este reconocimiento lo que nos llena es de más compromiso, con ustedes, conmigo y con mi bello planeta tierra.
Y con esta columna nació el blog: ecoscopioweb.blogspot.com, Plataforma Comunicacional Multimedia Dedicada al Ambiente y la Ecología.
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