Llegó el 2012 y con él el compromiso de cambio que nos acompañan cada año: querer hacerlo mejor, lograr nuestras metas y proyectos. Este año es particularmente especial porque pareciera que el compromiso es mayor cuando escuchamos que las profecías Mayas que decretaban el fin de la humanidad como la conocemos hasta ahora, se traduce en cambio en un gran salto cuántico donde participamos todos y nos toca “hacer” a todos.
La “Madre Tierra” grita lo que antes susurraba y contrariamente a pensar que no escuchamos, creo particularmente que por fin lo estamos haciendo y aunque quizás no ha llegado el momento donde se ve y se siente la gran transformación en pro de nuestra casa grande, se están moviendo los cimientos, se están asentando las bases de un nuevo tiempo, donde las nuevas generaciones participan ya activamente.
Estamos en un momento crucial de transformación y quien tiene conocimiento de causa tiene la responsabilidad de comunicar lo que sabe, en la medida que la conciencia colectiva se expanda el cambio será más rápido y en positivo. A estas alturas no podemos quedarnos en las ideas y conceptos, llego el momento de la acción, sí podemos reciclar, sí podemos reutilizar, sí podemos construir ciudades más amigables, sí podemos descalabrar la rosca de la corrupción, sí podemos hacer más por nuestra casa, por nuestra ciudad, pero eso amerita trabajo. Ya es hora dejar la flojera y el egoísmo y trabajar de verdad por lo que es mejor para todos.
Montarse en la ola
Las ciudades de hoy ya se mueven de una forma diferente y si no lo crees, entérate que Taiwan despidió el 2011 con una multitudinaria gira de más de cien mil ciclistas y recibió el 2012 con conciertos y fuegos artificiales en las principales ciudades de la isla que atrajeron a millones de personas. Ciudades como Holanda y Dinamarca han convertido la bicicleta en su medio de trasporte más utilizado. Y aún más cerca, en Bogotá retomaron los espacios públicos haciendo ciclovías y lanzando el arte a la calle.
Caracas no se queda atrás, antes de culminar el año 2011 la organización “Una Sampablera por Caracas” hizo un recorrido en bicicleta para tomar la ciudad y mirarla de otro modo. Muchos más ciclistas de los que imaginamos pedalean por nuestra ciudad capital, donde ya existen algunas zonas de parqueo y se creó bajo el marco de “Caracas en movimiento” una ordenanza que incluye una zona para el tránsito de bicicletas.
El futuro llegó y el salto cuántico nos impulsa a montarnos en una nueva ola de cambios por el planeta, que esperamos muy pronto invada a Margarita, y que nuestros medios de trasporte usuales incluya el uso de las bicicletas de forma organizada. Ojalá que muy pronto veamos con normalidad ciclovías y estacionamientos para parquear bicicletas, paseos a la orilla del mar, bulevares iluminados, más museos urbanos y mucha gente sonriendo, porque al final cuando tomamos la calle a punta de cultura, ecología y deporte la ciudad se vuelve nuestra, y todos somos más felices… ¡Vale la pena el esfuerzo!!
Una ciclovía para Margarita
Una ciclovía es un sector de la vía especialmente dispuesto para la circulación de bicicletas. En esta categoría se agrupan todos los diseños que consisten en vías exclusivas para ciclistas separadas físicamente del resto del tráfico mediante elementos que delimiten claramente estas zonas, cuyo ancho deberá ser como mínimo de 1,50 metros si se trata de circulación unidireccionales y de 3 metros para circulación bidireccional. Estas vías se construyen para el uso exclusivo de las bicicletas o triciclos, en lugares donde exista espacio disponible y la demanda lo justifique.
En Margarita puede construirse una ciclovía que comunique a los municipios Mariño, Maneiro y Arismendi, haciendo nuestra isla más amigable, además la bicicleta como medio de transporte es barata, ecológica, democrática, promueve la salud y en esta época según dicen es “cool”.
*Fundación Somos Margarita Verde
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