miércoles, 11 de abril de 2012

El Grupo de Trabajo de Tortugas Marinas podría cesar funciones en Nueva Esparta

Pedro Vernet, coordinador del GTTM
Luego de 13 años de trabajo ininterrumpido, el Grupo de Trabajo de Tortugas Marinas (GTTM) de Nueva Esparta se debate entre trabajar a media marcha o cesar sus funciones en Margarita, lo que significa la paralización de uno de los trabajos de campo relacionados con la conservación de esta especie en peligro de extinción más rigurosos llevados en el país, ejecutado bajo estrictos criterios científicos y técnicos y vaciados en registros sistematizados año tras año, desde 1998. 


El investigador Pedro Vernet, responsable del equipo, informó que son muchas las razones que se unieron precisamente en este momento en el que se desarrolla la temporada de desove, dentro de ellas el factor económico, por lo que podrían cesar sus funciones. Lamentó que debido a esto se frene el trabajo sistematizado que han venido realizando, pero que aspiran retomar en cualquier momento.

El trabajo que estaba haciendo el GTTM era tan importante en la región que habían logrado reducir significativamente la depredación de tortugas marinas por parte de la mano del hombre, lo que hasta hace poco era una de las razones más contundentes de amenaza de desaparición. “En Margarita mueren al año entre 22.000 y 27.000 ejemplares de las cuatro especies amenazadas”, era parte de sus estadísticas.

Gracias al trabajo del GTMM se pudo conocer que al año se producen unos 350 nidos en la zona que va desde Cabo Negro hasta Piedras Negras, en el municipio Antolín del Campo; cada uno con un promedio de 100 huevos. Que la temporada va de febrero hasta agosto o septiembre. Que se atribuyen siete nidos a cada tortuga, por lo que aproximadamente 50 hembras llegan año tras año a desovar en las costas margariteñas. Que el tiempo de incubación es de 55 a 60 días, y la tasa de eclosión, o nacimiento, de las tortugas es de 40% a 60% del total de huevos anidados. Que la tasa de sobrevivencia es de 0,2%; es decir, apenas dos de cada mil.

Voluntarios en Parguito

Aunque desde que se fundó el GTTM había llevado un registro de las playas más importantes de Antolín del Campo, incluyendo Parguito y Playa El Agua, desde hace unos años para acá debieron dejar la costa de la primera por razones de seguridad.

En la zona el propio Ministerio del Ambiente permitió que un grupo de voluntarios se encargara de las labores de avistamiento y protección de los quelonios, no con la formación científica sino más bien agarrados de la mano del empirismo.   

El grupo se hace llamar “Tortugas en Resisntencia” en el que participan Miguel Carias y Vicente Reus. “Nosotros nos encargamos voluntariamente de cuidar el proceso de desove, eclosión e inserción en el mar de las tortugas marinas. Llevamos estadísticas de las que llegan, de la cantidad de huevos y hasta hacemos traslados para garantizar las mejores condiciones para que nazcan”, comentó Miguel Carias. 

Estos voluntarios trabajan en precarias condiciones al punto que costean la mayoría de los gastos que generan la actividad, gracias a la ayuda de algunos privados. Tienen una ventaja: instalaron sus viviendas en la playa. “Nosotros contamos con el aval del Ministerio de Ambiente, pero es poco lo que nos aportan desde el punto de vista material”, acota Reus.

Inconscientes

Con relación a las Normas que lanzó Ambiente para preservar a las tortugas, los voluntarios dijeron que lamentablemente no se están cumpliendo. “Algunos comerciantes son muy inconscientes y dejan instalados los toldos, dejan las luces prendidas, mantienen equipos de sonido prendidos permanentemente”.

Igualmente se les ha hecho cuesta arriba hacer que la gente no bote basura en la arena, soibre todo colillas de cigarro. “La basura puede ser arrastrada por la tortuga al nido que hace, que es un hueco profundo; entonces si se queda allí impiden que nazcan o salgan los tortuguillos. Y también se convierten en obstáculos para los pequeños que tienen que hacer un largo trayecto para llegar al mar”.

Otro de los llamados que hacen es a evitar echar bolsas plásticas al mar, ya que las tortugas las confunden con las medusas, que es lo que comen, y en algunos casos se asfixian o en otros se las tragan y mueren.

¿Qué es la Red de Aviso Oportuno (RAO)? 

La Red de Aviso Oportuno, implementado por el GTTM, desarrolla sus actividades mediante un reducido equipo científico y de coordinación, basados en el trabajo de un voluntariado activo que es la principal fuerza de trabajo de conservación y seguimiento de las poblaciones de tortugas marinas.

La capacitación del voluntariado se realiza a partir de talleres de inducción, charlas y trabajo en playas, pudiendo alcanzar diferentes niveles dentro de la misma Red. Se les exige un alto grado de compromiso e interés, sin discriminación alguna.

El trabajo inicial se activa cuando el voluntario realiza llamadas de aviso al observar un evento con tortugas marinas: anidación, varamiento, comercio, cautiverio, etc. Otro grupo de voluntarios de atención debe trasladarse a la localidad del evento y levantar la información básica, pudiendo estar el anillaje del animal si el caso lo amerita. Otra parte del trabajo consiste en el monitoreo o seguimiento que se lleva a cabo en recorridos diurnos o nocturnos en las playas.
Fuente: Fundación La Tortuga

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