Uno de los documentos de la COP 18 que se realizó en Doha, Qatar dice en uno de sus párrafos que “el cambio climático representa una amenaza urgente y potencialmente irreversible para las sociedades humanas y el planeta y esto requiere ser urgentemente atendido por todos los países”.
Sin embargo parece que la mejor forma de atender este asunto de manera urgente es establecer un nuevo calendario de reuniones para los próximos dos años. Además la resolución sobre el Protocolo de Kioto (que fija las metas de reducción de los países desarrollados) resultó todo lo escasa que se esperaba.
Habrá un “segundo período de compromiso” hasta el 2020, pero este será insuficiente para los desafíos del cambio climático. Los países firmantes se comprometen a reducir un 18% sus emisiones para el 2020 (comparadas con las 1990), cuando los expertos dijeron que debían reducirse en un 40%.
Pero además, sólo la Unión Europea y unos pocos países más lo han firmado, mientras que algunos de los mayores emisores entre los países desarrollados (Estados Unidos, Japón, Rusia, Canadá y Nueva Zelandia) no han firmado este nuevo acuerdo. Los demás grandes emisores que no son países desarrollados, no tenían ni tendrán compromisos de reducción bajo este Protocolo.
Como ha sucedido anteriormente, las decisiones tomadas en Doha no tienen ningún impacto en la mitigación del cambio climático ni en la capacidad de los países más pobres de poder proteger sus poblaciones y ecosistemas de sus efectos. Los límites a las emisiones acordados están muy lejos de lo necesario y la trayectoria de aumento de la temperatura bajo esos escenarios nos conduce directamente a un aumento de 4°C hacia el 2050.
Sin importancia
Otros temas importantes, como el financiamiento comprometido en Copenhague (100 mil millones de dólares al año), el capítulo sobre “pérdidas y daños” que pretendía compensar a los países más vulnerables por los impactos del cambio climático, o los procedimientos para la Reducción de Emisiones de la Deforestación, fueron una vez más postergados.
Dice el periodista Gerardo Honty, de quien tomamos parte de este texto, que “nada de esto impidió la consabida auto-aclamación de la Convención, las felicitaciones cruzadas entre los delegados, y las congratulaciones a la presidencia por el extenuante esfuerzo realizado; y los delegados aplaudieron fervorosamente la tardía aprobación de estos inútiles acuerdos”.
Con estas líneas les anunciamos que hemos decidido hacer una pausa hasta el próximo año, cuando vamos a estar llevándole todos los miércoles lo más trascendental del ambiente, la ecología y la ecomovilidad en Margarita, Venezuela y el mundo. Feliz navidad y prosperidad en el 2013.
Fracaso costoso
¿Cuánto cuesta fracasar en el control del cambio climático? Una estimación del experto en Economía y Medio Ambiente, Richard Tol, apunta a que sólo las reuniones y encuentros de la Conferencia contra el Cambio Climático de la ONU salen por 770 millones de euros (1.000 millones de dólares) anuales. La Conferencia de la ONU del Cambio Climático en Doha, que celebró hasta el fin de semana pasado (y que ha terminado con un acuerdo de mínimos), ha contado con la presencia, según Tol, de unos 17.000 delegados.
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