domingo, 21 de octubre de 2018

Edificio "bicifrendly" de Buenos Aires tiene rampas para llegar en bici hasta los apartamentos


El corredor de la calle Holmberg -que atraviesa los barrios de Belgrano, Coghlan, Villa Urquiza y Saavedra- sigue sumando propuestas. Esta vez con un proyecto que acaba de ser reconocido con el Premio Amigos de la Movilidad Sustentable, otorgado por el Gobierno porteño.

Se trata de Casa Ho, un complejo organizado en torno a conceptos sustentables, como el uso de la bicicleta y las huertas urbanas.


"El proyecto tiene 2 intenciones claras: mejorar la calidad de vida ofreciendo amenities amigables con el medio ambiente y una construcción de alta calidad", adelanta Diego Rybka, uno de los socios del Grupo UnoenUno, responsable del desarrollo.

Casa Ho está en Holmberg y Nahuel Huapí, Coghlan. Se inauguró a mitad de este año (2108) y ya tiene 60 de sus 85 unidades ocupadas.

Rybka asegura que la propuesta fue muy bien recibida por el mercado, a pesar de que se lanzó en un momento complicado de la economía. "Sólo quedan dos unidades a la venta. Y fue una obra que anduvo muy bien desde el pozo. Básicamente porque creo que dimos en la tecla en lo que buscaba el comprador medio de la zona", explica el desarrollador.

Casa Ho parte de una lista de amenities poco convencional. Y uno de ellos le valió el Premio Amigos de la Movilidad Sustentable, promovido por la Secretaría de Transporte de GCBA. Fue concebido como un edificio "bike friendly", con un acceso diferenciado para ciclistas. La entrada de bicicletas da a una rampa anaranjada que recorre los cinco pisos del complejo y permite llegar con la bici casi hasta la puerta de cada unidad. Todos los pisos cuentan, además, con un bicicletero con capacidad para 40 rodados.

"Hicimos eje en el concepto de bicicleta como base de una vida más sana. De hecho entregamos a cada comprador un voucher para una bici todo terreno que lleva la marca del proyecto", explica Rybka. La elección de apoyar el uso de la bicicleta no es casual. Los desarrolladores detectaron la necesidad de contar con espacios de guardado y paso más cómodos que los convencionales, para un público con una buena cantidad de ciclistas.

"Nosotros apostamos al Corredor de Holmberg hace cinco años. Nuestro primer proyecto fue MoHo, en Monroe y Holmberg. Detectamos un público muy permeable a los buenos programas de arquitectura y con necesidades muy específicas en cuanto a comodidades y calidad de vida", agrega. En Casa Ho la idea fue recrear condiciones mucho más parecidas a las de una casa, pero en departamentos que arrancan en un monoambiente y los de hasta 3 dormitorios.

Diseño Sustentable

"Todas las unidades tienen balcón con parrilla, huerta urbana y un muro verde. Cuidamos mucho los detalles y entregamos cada balcón con plantines de aromáticas para fomentar que los nuevos vecinos se sumen al proyecto", afirma Rybka. Las unidades más grandes tienen terrazas con cubierta verde y una piscina propia, que se suma a una común para todas las unidades.

Y hay más tips sustentables: en la terraza común diseñaron un jardín de cítricos y un "siestario", un espacio equipado con sillones pensado para el descanso y la contemplación. "Instalamos un sistema de recirculación de agua de lluvia y de los equipos de refrigeración para utilizarla para riego".

Otro detalle inusual es una sala de ensayos. "Tiene una batería y amplificadores, está pensada para bajar con la guitarra o el bajo, enchufar y tocar", agrega el desarrollador y explica que el público que compra en Casa Ho es diverso, pero con ganas de apostar a un proyecto de vida a escala barrial y preocupado por los detalles de diseño.


"Tenemos jóvenes que llegan a un monoambiente pero que no quieren perder el espacio que tenían en la casa de sus padres, parejas con hijos chicos, que recién empiezan y matrimonios con adolescentes", agrega.

"La planta baja del edificio está diseñada como un mini centro comercial. Quisimos relacionar al nuevo edificio con una pequeña plaza de escala barrial y un importante árbol centenario que es icono de la calle. Le dimos una impronta doméstica, en el que cada unidad en dúplex remite al tejido original, alguna vez roto por el trazado de la autopista", resalta.

La zona, que atraviesa los barrios de Belgrano, Villa Urquiza y Saavedra, se convirtió en uno de los polos inmobiliarios porteños de mayor crecimiento a partir de la recuperación de la traza de la ex AU 3. Según las estimaciones de brokers y desarrolladores, en los últimos tres años, el m2 duplicó su valor de venta.

Extracto tomado de: https://www.clarin.com

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