En esta edición deseo hablarles de las ciudades “biciamigables” (Bici-Friendly), que no son otra cosa que esas urbes que se han adaptado a esta tendencia mundial de hacer uso de esa noble alternativa de movilidad como es la bicicleta, tendencia conocida como “ciclismo urbano”.
Muchos sitios en internet coinciden en que Amsterdam (Holanda) es la ciudad número uno en el ranking mundial. ¿Por qué? Porque fue la propia sociedad civil la que lucho por el derecho a movilizarse de manera segura en bici. Fue así como el gobierno empezó a aplicar políticas públicas para desincentivar el uso de los autos y crear toda la infraestructura necesaria para los “ciclistas urbanos”.
Es por ello que en Amsterdam y otras de los Países Bajos, es poco habitual el uso del automóvil, y los que los usan saben que la prioridad en la movilización urbana son los vehículos de tracción de sangre por lo que los tratan con mucho respeto. Abundan las ciclovías, con todas las señales necesarias para usarlas adecuadamente, cuentan con semáforos y estacionamientos para bicicletas.
Y si de potenciar el uso de la bicicleta como un atractivo turístico se trata, el propio gobierno mantiene varios sistemas para poder rentar una cicla en cualquier parte de la ciudad, con un documento de identificación y un depósito que varía según el modelo de bici que elijas. Y por supuesto que proliferan las tiendas para poder adquirir cualquier tipo de cicla, accesorios y repuestos.
Ciclovías
Para el levantamiento de una ciudad “biciamigable” comienza con la instalación de una red de ciclovías “útiles” para los traslados en la ciudad. La delimitación de estos carriles pueden tener varios fines, como conectar las urbanizaciones con los sitios de trabajo o instituciones públicas, o pueden ser vías más amigables y contemplativas para un uso “ecoturístico”, que incluya por supuesto sitios de interés para los visitantes.
Las ciclovías pueden compartir las vías de los vehículos automotores o pueden levantarse a través en espacios exclusivos, lo que proporciona más seguridad. En todo caso se tiene que hacer un estudio de planificación urbana que permita la escogencia de las alternativas más idóneas que deben ser plasmadas en un diseño de obras civiles que permita renovar los espacios urbanos, para hacerlos más humanos.
Estacionamientos
Es urgente la creación de estacionamientos seguros para las bicicletas para poder impulsar más su uso como vehículo, comenzando por los centros comerciales que son tan frecuentados por locales y visitantes. En el caso de Margarita, los gobiernos locales deben ponerse de acuerdo para levantar esta infraestructura en los balnearios y las sedes de las instituciones públicas.
Intermodalidad
Otra de las opciones bastante popular en esta tendencia mundial es la intermodalidad , que no es otra cosa que poder combinar el uso de las bicis con otros sistemas de transporte, en el caso de largas distancias. Por ejemplo, crear un tipo de transporte público en el que se pueden transportar las bicicletas desde Juangriego hasta Porlamar o viceversa. En el caso de las ciudades que tienen sistema de metro o trenes, éstos ofrecen algunos vagones para poder trasladar las bicis.
Bici Pública para el turismo
La instalación de un sistema de alquiler de bicicletas público, sería una garantía para impulsar el uso de las bicicletas con fines turísticos en las ciudades de Margarita. Muchas ciudades a nivel mundial son un claro ejemplo del potencial que esto tiene. En Barcelona, España, está el sistema “Bicing”, un servicio de alquiler de bicis públicas avalado por el ayuntamiento. En ellas se puede recorrer la “Ronda Verde”, un circuito semi urbano que rodea la ciudad y sus municipios cercanos.
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